Redacción/ El Nacional
Según un estudio sueco publicado en el Journal of the Royal Society Interfac, dice que el aplauso es contagioso y la duración de una ovación depende de el número de espectadores.
Si tan sólo un pequeño número de personas comienza a aplaudir puede extenderse por todo el grupo, y con que uno o dos individuos decidan dejar de aplaudir,el aplauso se apagará.