Aunque de niños nuestros padres nos prohibían caminar descalzos, expertos aseguran que exponer la piel de los pies al contacto con la tierra, hierba o agua, constituye una excelente forma de fortalecer el organismo y conectar con la energía de la naturaleza.
De acuerdo con el Centro Budista de la Ciudad de México, caminar o correr sin zapatos desarrolla más fuerza en los músculos de los pies, piernas y caderas, asimismo favorece la circulación sanguínea y de la musculatura de los pies, flexibiliza las venas y previene infecciones.
Entre los beneficios de caminar descalzo está el ajuste de los mecanismos del pie, pues esto ayuda a que éste tome la posición adecuada, lo que significa una mejoría en la forma de andar, con más agilidad y equilibrio. Por ello, los atletas terminan su rutina de ejercicios descalzos sobre el pasto.
Los especialistas aseguran que caminar descalzos en el pasto implica estar en contacto con la madre tierra para volver a recuperar la energía, fuerza, estabilidad, coherencia, solidez y el equilibrio. Caminar por las mañanas en el pasto fresco puede generar una sensación de bienestar y relajación, así como entusiasmo y fuerza.
Andar descalzo puede ser tan beneficioso como placentero para el pie, sobre todo después de un arduo día de trabajo, debido a que la planta del pie es una de las partes del cuerpo con más terminaciones nerviosas.
Por ello, al llegar a casa, quítate los zapatos y descansa…tu cuerpo te lo agradecerá.
Beneficios
• Desarrolla más fuerza en los músculos de los pies, piernas y caderas.
• Favorece la circulación sanguínea además de la musculatura de los pies.
• Flexibiliza las venas y previene infecciones.