Redacción/El Nacional
Las mariposas, sobre todo en las zonas tropicales, son muy amigas de posarse en las partes sudorosas de nuestro cuerpo.Eligen con preferencia la palma de las manos y, sobre todo, el lacrimal de los ojos.
Este curioso comportamiento es un método más al que recurren estos lepidópteros para hacerse con su ración diaria de minerales y sales.
Estos oligoelementos escasean en su dieta habitual, que se compone preferentemente de pólenes y jugos vegetales.
Es por ello por lo que no resulta raro contemplar bandadas de mariposas posadas sobre otros animales en zonas determinadas de las riberas de los lagos y ríos, sobre frutas maduras e incluso libando las secreciones que manan de los cadáveres en descomposición.