El hospital infantil Ojmatdit de Kiev fue atacado por un misil estratégico de crucero Kh-101, según una investigación del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU). El ataque dejó un saldo de dos profesionales del centro muertos y siete personas heridas.
El SBU informó que el misil utilizado para destruir el centro médico fue identificado como un Kh-101, encontrando partes de este tipo de misil en el lugar del impacto. Este ataque está siendo investigado como un crimen de guerra.
Rusia lanzó aproximadamente cuarenta misiles contra Kiev, Krivi Rig, Dnipró y otras ciudades ucranianas, causando la muerte de más de treinta personas. En Kiev, más de veinte civiles fallecieron, registrando el mayor número de muertos en las ciudades afectadas.
El ataque al hospital Ojmatdit ha generado una fuerte condena y ha resaltado la continua vulnerabilidad de los civiles en medio del conflicto.
Guterres condena ataque ruso
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente el ataque con misiles de Rusia contra el Hospital Pediátrico Okhmatdyt de Kiev y otras infraestructuras en Ucrania. El ataque dejó al menos 32 muertos, incluidos niños, y decenas de heridos.
Guterres expresó su condena a través de su portavoz, Stéphane Dujarric, durante una rueda de prensa, donde también se informó que el ataque dejó alrededor de 150 personas heridas. Los misiles impactaron en el mayor hospital pediátrico del país y otras instalaciones médicas en el distrito Dniprovsky de Kiev, causando daños graves mientras los niños recibían tratamiento.
El portavoz calificó estos incidentes como “particularmente escandalosos” y detalló que los trabajadores de rescate, personal hospitalario y voluntarios están despejando escombros y buscando a personas atrapadas, mientras que los socios sanitarios están trasladando pacientes a otras instalaciones, ofreciendo apoyo psicosocial y atendiendo otras necesidades urgentes.
El ataque ha sido condenado ampliamente, resaltando la creciente preocupación internacional por la protección de los civiles y la infraestructura esencial en medio del conflicto en Ucrania.
Redacción/El Nacional