El rover Curiosity de la NASA en Marte ha enfrentado uno de los desafíos más difíciles en su misión de exploración en las laderas del monte Sharp.
Aunque ha afrontado terrenos empinados y arriesgados en el pasado, esta vez se encontró con una combinación única de obstáculos: una pendiente pronunciada de 23 grados, arena resbaladiza y rocas del tamaño de una rueda.
Durante varios desplazamientos en los meses de mayo y junio, los conductores del rover trabajaron para sortear estos desafíos que requirieron maniobras similares a correr en una duna de arena con presencia de rocas.
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Además, el rover exploró un área llamada “Jau” en julio, que presenta numerosos cráteres de impacto. Esta es una parada técnica en su travesía por las faldas del monte Sharp, una montaña de 5 kilómetros de altura que alguna vez estuvo rodeada de cuerpos de agua.
Cada capa de la montaña representa una época diferente del pasado climático de Marte, proporcionando valiosa información sobre la evolución del paisaje a lo largo del tiempo a medida que el Curiosity continúa su ascenso.
A lo largo de sus 11 años de exploración en Marte, el Curiosity sigue enfrentando nuevos retos y recopilando datos esenciales para la comprensión de la historia geológica y climática del Planeta Rojo.