Después de tres intentos, el rover Curiosity de la NASA en Marte ha llegado a la Cresta de Gediz Vallis, una característica geológica ubicada en el Monte Sharp.

Este lugar en Marte es significativo porque preserva un registro intrigante del pasado acuático del Planeta Rojo, con escombros que se acumularon hace 3.000 millones de años como resultado de poderosos flujos de escombros que arrastraron barro y rocas desde una montaña hacia abajo, formando una cresta imponente.

Esta hazaña representa uno de los logros más destacados de la misión del Curiosity, después de superar obstáculos como rocas con forma de cocodrilo y pendientes pronunciadas en intentos anteriores.

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La llegada del Curiosity a la Cresta de Gediz Vallis permitió al rover estudiar de cerca las rocas y la composición de las mismas, las cuales claramente se originaron en otras partes del Monte Sharp y fueron transportadas por los flujos de escombros.

Este evento geológico también proporcionó a los científicos las primeras vistas detalladas de los restos erosionados de una característica geológica conocida como abanico de flujo de escombros. Este abanico es un fenómeno común tanto en Marte como en la Tierra, y su formación sigue siendo objeto de estudio.

A medida que los científicos continúan analizando las imágenes y datos recopilados en Gediz Vallis Ridge, el Curiosity se embarca en su próximo desafío: encontrar un camino hacia el canal en la cresta.

Esto permitirá a los científicos aprender más sobre cómo y dónde fluía el agua en el Monte Sharp en algún momento del pasado, lo que arrojará luz sobre la historia del agua en Marte y su evolución geológica a lo largo del tiempo.