3877180Redacción / El Nacional

El escritor italiano Carmelo Abbate afirma que en la iglesia católica, la homosexualidad es un fenómeno extendido, ya que ésta sabe la preferencia que tienen  algunos de los sacerdotes.

“Me sorprende que aún nos sorprendamos y qué la gente siga preguntando si es cierto que hay sacerdotes gays, la Iglesia lo sabe, todos lo saben. De ahí que la regla sea ‘haz lo que quieras, pero que no te descubran” expresó Abbate.

En el año 2011 el periodista escribió un libro titulado “Sexo y el Vaticano” esto tras estar meses de encubierto;  aparte de evidenciar a los curas homosexuales, también a los que siguen saliendo con mujeres, teniendo hijos, mismos que dan en adopción o fuerzan a éstas a abortar, hasta convirtiéndose adictos al cibersexo.

“Hay un mundo oculto que vive su sexualidad de una manera enferma. No estamos hablando de poca gente, sino de la gran mayoría de los sacerdotes”, continúa Abbate ante el estreno del documental “Amores Santos”, que recopila imágenes inéditas de decenas de curas homosexuales.

El escritor mencionó que no hay datos oficiales pero que Richard Sipe, un ex monje benedictino, afirma que el 30 por ciento de los curas estadounidenses tienen preferencia por el mismo sexo, el 25 por ciento ha tenido relaciones con mujeres y otro 30 algún encuentro homosexual.

0Así mismo expresó que no es culpa del celibato sacerdotal que los padres tengan dicha preferencia, ya que todo nace en el seminario, esto debido a que los hombres llegan en una fase biológica en la que están descubriendo su sexualidad y de la ‘noche al mañana’ les dicen que eso es pecado y es como terminan de crear una esquizofrenia.

Dentro de la investigación que el escritor realizó como encubierto destaca que lo que lo impresionó fue que un sacerdote quería usar un cáliz para hacer sexo así como otro de ellos le propuso ir al campanario de su iglesia, los chantajes que estos hacen, entre otras situaciones.

Todo empezó con un artículo periodístico sobre una sauna frecuentada por curas gays y prostitutos en el centro de Roma, artículo que publiqué en el semanario en el cual trabajo (Panorama, uno de mayor difusión en Italia).

Cabe mencionar que Abbate inició dicha investigación tras haber publicado un artículo y eso fue lo que le dio pista de que en la Iglesia había una relación enferma con la sexualidad. Sin embargo tras dicho escrito

Lo peor vino ahí, tras la publicación. Fui sometido a un ostracismo inimaginable, sobre todo en Italia, donde me trataron como un apestado, el Vaticano presionó pidiendo explícitamente no hablar de él pero ahora todo está saliendo a la luz por otros canales.