La mañana de este lunes Canadá anunció el retiro de seis aviones de combate CF-18 para el 22 de febrero, pero que el país continuará teniendo un papel “activo dentro de la coalición de naciones que combaten al llamado Estado Islámico (EI-ISIS) en Siria e Irak.
El nuevo gobierno liberal al mando de Justin Trudeau, Canadá ha dado un cambio en si intervención militar en la zona de guerra contra el Estado Islámico al anunciar que retirará sus aviones de combate y centrará su contribución en labores humanitarias, de asistencia y entrenamiento a las tropas locales.
Mediante una conferencia de prensa en la capital canadiense y acompañado de ministros de Defensa, Migración y Desarrollo Internacional, Trudeau fue tenaz al señalar que esta misión se extenderá por dos y no será de combate sino de asesoramiento.
“El EI quiere que lo veamos como una amenaza, pero Canadá es más fuerte que eso. El enemigo metal del barbarismo no es el odio sino la razón. Aquellos aterrorizados por el Estado Islámico necesitan de la razón, no la venganza”, afirmó Trudeau.
El plan establecido señala que Canadá incremente su despliegue militar en la zona de 650 a 830, además de destinar en los próximos tres años 1.6 mil millones de dólares para tareas humanitarias, asistencia a refugiados en países como Jordania, Egipto y Libano, así como entrenamiento a las tropas locales de Siria e Irak, que incluye proporcionar armas a las fuerzas de seguridad.
También se enfocará en buscar una salida “política” al conflicto, aunque continuará siendo “activo” en la coalición, por lo que dejará en la región dos aeronaves de reconocimiento CP-140 Aurora y CC-150 de reabastecimiento en vuelo.
El primer ministro explicó además que se ha hablado al respecto de esto con el presidente Barack Obama, y este entiende completamente la “posición de Canadá”.
“Esta misión es completa y robusta, no de combate, y busca ayudar a Siria e Irak a retomar el control de sus países. Ayudaremos a estabilizar la región”, afirmó Trudeau.
Durante la conferencia de prensa, Justin Trudeau contó con la presencia de ministro de Defensa, Harjit S. Sajjan, del canciller Stéphane Dion, y de la ministra de Desarrollo Internacional, Marie-Claude Bibeau.