Nancy Vázquez/El Nacional
La marihuana médica puede ser útil para tratar el dolor crónico, pero quizá sea menos efectiva para otras afecciones.
Una revisión de casi 80 ensayos clínicos sobe la marihuana médica o fármacos derivados de la marihuana reveló una evidencia moderadamente fuerte en respaldo de su uso para el tratamiento del dolor crónico.
Las evidencias también mostraron que los medicamentos podían ayudar a los pacientes de esclerosis múltiple que sufren de espasticidad, que conlleva unas contracciones musculares sostenidas o movimientos involuntarios repentinos.
Pero la revisión encontró evidencias más flojas en respaldo del uso de los fármacos para el tratamiento de los trastornos del sueño; las náuseas o los vómitos relacionados con la quimioterapia; para producir un aumento de peso entre los pacientes de VIH; o para reducir los síntomas del síndrome de Tourette, un trastorno del sistema nervioso caracterizado por movimientos o sonidos repetitivos.
Los investigadores tampoco encontraron evidencias de que los medicamentos derivados de la marihuana ayuden a tratar la psicosis o la depresión.
Pero hay que balancear esto contra un aumento en el riesgo de efectos secundarios como mareos, resequedad bucal, náuseas, somnolencia y euforia, comentó.
Otros efectos secundarios comunes incluyen confusión, pérdida del equilibrio y alucinaciones.
La Oficina Federal Suiza de Salud Pública comisionó al equipo de investigación para que llevara a cabo una revisión sistemática sobre la efectividad de los productos de marihuana médica, dijo Whiting.
Los investigadores eligieron 79 ensayos clínicos para incluir en sus análisis. Los estudios evaluaban los efectos de la marihuana médica en sí o fármacos que contenían compuestos hallados en la marihuana, derivados de la planta o sintéticos.
Pero Paul Armentano, subdirector del grupo pro marihuana NORML, dijo que se han hecho muchos ensayos clínicos más sobre la marihuana médica que no fueron incluidos en este análisis.
El objetivo es que la marihuana esté disponible con finalidades médicas, no está claro por qué el proceso de aprobación debe ser distinto del usado para otros fármacos”, continuaron. “La evidencia para justificar el uso de la marihuana en varias afecciones médicas requerirá ensayos clínicos de una potencia adecuada, de doble ciego, aleatorizados y controlados mediante placebo contra sustancias activas para evaluar su eficacia y seguridad a corto y a largo plazo.