Redacción/El Nacional
La Sociedad Internacional Protectora de Animales rescató en Corea del Sur 46 perros que serían sacrificados para consumo humano.
Los canes que fueron trasladados en avión a Nueva York apenas sobrevivían con poco alimento en la granja en Goyang, una ciudad al norte de Seúl, sitio semejante a un calabozo con poca luz y casi nada de ventilación.
Defensores de los animales informaron que los canes llegaron el sábado por la noche al Aeropuerto Internacional Kennedy, por lo que este domingo fueron trasladados a albergues de emergencia en Nueva York, Maryland y Pensilvania.
El lugar en donde se encontraban “había casi nada de ventilación, así que el hedor a solución de amoniaco hacía llorar los ojos a quien recorriera el lugar”, dijo Kelly O’Meara, que supervisa los proyectos internacionales de la sociedad relacionados con animales de compañía.
“Se podía ver ojos que lo miraban a uno, pero era difícil distinguir a los perros mismos en la oscuridad”, agregó.
En Corea del Sur, los perros no recibían ningún cuidado veterinario, por lo que resistían o morían en la jaula y sólo les daban comida suficiente para mantenerlos vivos.
O’Meara dijo que unas 17 mil granjas más de este tipo continúan en funcionamiento en Corea del Sur, las cuales siguen operando pese a que el negocio está en decadencia, pues la demanda de carne de perro va a la baja.
Informó que cada año se consume todavía la carne de unos dos millones de perros.
La Sociedad Internacional Protectora de Animales señaló que entre los más de 800 perros destinados a consumo humano que se han rescatado desde 2015 en siete granjas, había canes cruzados y de raza pura, desde un chihuahueño y un maltés hasta varios spaniel y un San Bernardo.
En Estados Unidos, los canes rescatados estarán disponibles para adopción una vez que los albergues evalúen su conducta y necesidades médicas, y garanticen que cada uno está listo para una nueva vida en casa de alguien.