Al menos 350 víctimas de explotación sexual fueron rescatadas durante una operación coordinada por la Interpol en 13 países de América Latina y el Caribe, en la que 22 personas fueron detenidas.
Más de 500 policías de distintos países, como Brasil, Jamaica, Venezuela, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, detuvieron a 22 individuos durante la operación.
Las personas habían sido rescatadas de prostíbulos, explotaciones agrarias, minas, fábricas y mercados al aire libre, en las que mujeres, hombres y niños eran forzados a trabajar.
También fueron confiscadas computadoras portátiles, celulares y dinero en efectivo.
La mayoría de las víctimas pertenecen a uno de los grupos más vulnerables frente a los traficantes de personas; aquellos dispuestos a cruzar fronteras en busca de trabajo y mejores oportunidades de vida.
