Redacción/El Nacional

En una carta publicada el pasado sábado, el rector del seminario diocesano en Roma, el reverendo Óscar Turrión, dijo haberse enamorado de una mujer hace años durante un momento de inestabilidad en la orden. Durante ese lapso tuvo un hijo, y hace pocos meses una hija.

Mientras que el asunto es especialmente delicado por el carácter diocesano internacional del seminario: otros obispos confiaban a sus seminaristas a los Legionarios de Cristo para que les ofrecieran un entorno de integridad mientras completaban sus estudios.

Al emitir el comunicado, la orden dijo ser “consciente del impacto” que creaba el “ejemplo negativo” del caso de Turrión para los seminaristas y los fieles, y aseguró estar comprometida a una senda de renovación.

Tras las frecuentes revelaciones que se han hecho de este tipo varios sacerdotes han abandonado la orden, el número de seminaristas ha bajado y los Legionarios se han visto obligados a cerrar varias escuelas y vender algunos de sus activos de bienes raíces.

Aaron Smith, el reverendo portavoz de la orden, no quiso dar detalles sobre el caso de Turrión, manteniendo la privacidad de la familia. Confirmó que la madre era adulta cuando concibió al primer hijo de la pareja.

Turrión informó a la orden del nacimiento de su hija en marzo, cuando pidió una excedencia y se nombró un nuevo rector.

En octubre reveló que había tenido un hijo “hace unos pocos años” con la misma mujer y anunció su intención de abandonar el sacerdocio, según la organización.