Después de ser nombrado como director de comunicaciones del Presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, Jason Miller renunció sorpresivamente a dicho nombramiento en un comunicado este fin de semana, al querer pasar más tiempo con su familia.
“Después de pasar esta semana con mi familia, la mayor cantidad de tiempo que he podido pasar con ellos desde marzo de 2015, me queda claro que ellos deben ser mi prioridad en este momento y no es este el momento para comenzar un nuevo empleo tan demandante como el de Director de Comunicaciones de la Casa Blanca”, dijo Miller en el comunicado.
Después de ser seleccionado el jueves pasado, Miller argumenta que con su esposa esperan la llegada de su segunda hija en enero, por lo que decidió declinar la oferta y “poner a su familia por delante” de su carrera.
“Espero continuar apoyando al presidente electo desde fuera, luego que mi trabajo en la transición concluya”, añade.
Sus funciones serán ocupadas por Sean Spicer, quien también fungía como portavoz del equipo de transición presidencial y quien será el secretario de prensa de la Casa Blanca, cuando entre a la Presidencia Trump, el próximo 20 de enero.
El diario neoyorquino The Daily News mencionó otras razones por la renuncia de Miller fue, por la supuesta fama de mujeriego y citó una serie de tuits de una colega que apuntan a un “escándalo sexual”.
Y tanto este periódico como “The New York Post”, citan una serie de tuits donde se exige la renuncia de Miller, señalado por misteriosas razones
Uno de esos mensajes calificaba a Miller como “La versión 2016 de John Edwards”, un antiguo senador demócrata que renunció tras descubrirse que había tenido un hijo con su amante y quien trabajo para él en su campaña electoral.
También fue visto en un club de estriptis en Las Vegas durante una noche previa a un debate presidencial.