El canadiense Joshua Boyle, rehén liberado junto con su familia en Pakistán, aseguro tras su llegada a Canadá que sus secuestradores de la red Haqqani, afines a los talibanes, mataron a su hija y violaron a su esposa.
“La estupidez y el mal de Haqqani al secuestrar a un peregrino y a su esposa embarazada, al ir a ayudar a los aldeanos en las regiones controladas por los talibanes, solo fueron eclipsados por la estupidez y el mal al autorizar el asesinato de mi hija, Mártir Boyle, debido a mi negativa reiterada de aceptar una oferta que los criminales de la red Hiqqani me habían hecho”, declaró Joshua Boyle.
Boyle aseguro que el asesinato de su hija y la violación de su esposa, la estadounidense Caitlan Coleman, en 2014 habían sido confirmados por una investigación afgana en 2016.
“No tengo ciertamente ninguna intención de permitir a una banda brutal de criminales que dicte la dirección futura de mi familia”, agregó, sin dar detalles sobre las exigencias de sus secuestradores que él rechazó.