Los investigadores del Centro de Ciencias de la Salud A&M de Texas, han descubierto un compuesto en los vegetales de color verde oscuro (verduras crucíferas), llamado sulforafano, puede ser capaz de tratar el cáncer y ayudar a medicamentos existentes para combatir el cáncer a trabajar con mayor eficacia.
El compuesto sulforafano se localiza en las concentraciones más altas en los brotes de brócoli, las coles de bruselas, la col rizada, coliflor y col, además de suplementos dietéticos a base de extracto de brócoli.
Para llevar a cabo el estudio, se contó con la participación de 28 voluntarios mayores de 50 años que ya habían experimentado colonoscopias de rutina, los cuales fueron encuestados sobre sus hábitos de ingesta de vegetales crucíferos.
Cuando los investigadores examinaron las biopsias de colon de los voluntarios, encontraron que los que comían más raciones de verduras de color verde oscuro gozaban de mayores niveles de expresión de un gen supresor de tumores (llamado p16) que los que comían pocos o ninguno de estos vegetales.
Algo que sorprendió a los científicos de los resultados, fue que los beneficios de la ingesta de vegetales permanecieron incluso cuando los voluntarios mencionaron que no comían verduras todos los días.
Cabe señalar que el sulforafano desaparece del cuerpo en menos de 24 horas después de haber sido consumido.
Esto revelo que comer verduras crucíferas o tomar el sulforafano en forma de suplemento, puede llegar a cambiar los genes, lo que ayuda a mejorar al cuerpo en la prevención del crecimiento tumoral.
Los resultados fueron publicados en el diario Clinical Epigenetics, el estudio demostró que los compuestos en los alimentos pueden ser quimiopreventivos.