Autoridades cubanas pusieron en marcha una serie de medidas agrícolas que van desde el uso de la tracción animal hasta un incremento de la inversión extranjera para conseguir una producción clave de alimentos en momentos agitados en el país isleño.
Un despacho informativo de la agencia noticiosa italiana Ansa dijo que los objetivos oficiales con ese programa son que esa rama contribuya a elevar el Producto Interno Bruto (PIB) e incrementar la producción de alimentos, especialmente la carne de cerdo y los huevos, ambos parte de la dieta diaria cubana.
Una medida estratégica es elevar la entrada de capitales foráneos a su economía global siempre y cuando, según la postura oficial, estos no lleguen a cambiar la naturaleza socialista de propiedad y administración estatal predominante.
Un criterio gubernamental es que en los casos de la agricultura y la industria alimentaria fue lenta la introducción de las inversiones extranjeras en este país. En mayo último se anunció que se estaban promoviendo nuevas empresas mixtas, o sea con dinero nacional y extranjero, para la producción y procesamiento de frutas y vegetales, con destino al turismo, el mercado interno y la exportación.
En ese momento estaban en negociaciones proyectos de inversión para la producción de pollo y carne de cerdo, dos de los productos más demandados por el mercado interno. La grave escasez de combustible actual, de la cual el gobierno acusa a Estados Unidos que ha expandido medidas sobre la isla, obligó a las autoridades nacionales a tomar medidas de ahorro urgentes consideradas como temporales, entre ellas el uso de bueyes y mulas para labores agrícolas.
El diario oficial Granma este mes dijo que el uso de la tracción animal es una “variante insoslayable” para aliviar el severo déficit energético. Ansa dijo que un simple vistazo al mercado interno dejó ver que este sigue operando aunque con una escasez visiblemente más profunda que lo normal.