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Redacción/ El Nacional.

La llama olímpica aterrizó en Brasilia procedente de Ginebra, primera escala de un viaje por todo el país antes del inicio de los Juegos de Rio 2016 y quizá el último gran acto de Dilma Rousseff como Presidente.

El avión, cuya llegada había sido inicialmente anunciada para las 06:30 locales arribó con más de una hora de retraso. El presidente del Comité de Organización Rio 2016, Carlos Arthur Nuzman, descendió por la escalera portando una pequeña lámpara flameante.

En su discurso, la mandataria  dedicó unas palabras a la grave crisis política que afecta a su gobierno. Reconoció que atraviesa “un período crítico” y defendió la democracia.

 Sabemos las dificultades políticas que atraviesa el país. Es un período crítico, muy difícil en nuestra historia. Tengan la certeza que el pueblo sabrá proteger su democracia”, comentó Rousseff.

Luego hizo un llamado a la paz y asumió que los brasileños están preparados para recibir los Juegos.

Dejemos que esta llama guíe toda humanidad. Estamos preparados para atender las elevadas expectativas durante los Juegos. Hago un llamamiento a la paz. La llama es un símbolo de la paz”.