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Redacción/ El Nacional

Un grupo de investigadores desarrolló una vacuna experimental que puede generar los anticuerpos necesarios para neutralizar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, en ratones.

 

El hallazgo podría aportar información crucial para dar con una vacuna efectiva contra el sida, sostienen los autores.

 

La naturaleza del VIH para mutar tan pronto como entra en un cuerpo ha supuesto una gran frustración para los investigadores de la vacuna contra el virus, que han tenido dificultades para descifrar ese comportamiento.

 

Históricamente, los esfuerzos se han centrado en crear una vacuna que permita desarrollar anticuerpos que protejan contra diferentes versiones del virus, pero siempre han desembocado en intentos fallidos en los ensayos preclínicos y clínicos.

 

En los últimos años, sin embargo, los científicos se dieron cuenta de que una pequeña fracción de las personas que viven con el VIH desarrollan anticuerpos ampliamente neutralizantes y estos son muy potentes contra diferentes variantes del virus.

 

Ahora, los investigadores que publican en “Cell” y “Science” demuestran que es posible generar estos anticuerpos en ratones a través de una sucesión de vacunas.

 

Los ratones no reciben el VIH o una infección equivalente, por lo que los investigadores subrayan la necesidad de probar si este nuevo enfoque ofrece protección en los seres humanos.

 

“Los resultados son bastantes espectaculares”, afirmó uno de los investigadores, Dennis Burton, presidente de Departamento de Inmunología y Ciencia Microbiológica del TSRI y colíder de una de las investigaciones divulgadas en “Science”.

 

La vacuna parece funcionar bien en nuestro modelo de ratón para provocar la respuesta anticuerpos”, subrayó su colega del TSRI, el profesor David Nemazee,

 

El equipo de Burton usó una proteína, el inmunógeno eOD-GT8 60mer, que es una nanopartícula diseñada para activar células necesarias en la lucha contra el VIH.

 

Esa proteína “de nuevo impulsó al sistema inmunitario”, indicó Schief.

 

En un tercer estudio divulgado en “Science”, los científicos utilizaron otros inmunógenos que también provocaron una reacción de inmunidad en conejos y primates.