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Redacción/ El Nacional

El Real Madrid está más cerca de volver a jugar una final de Champions por tercera temporada consecutiva tras derrotar en Múnich al Bayern en la ida de semifinales, por lo que el billete para Kiev tendrá que terminar de sellarlo el martes en el Bernabéu.

 Zidane apostó por Lucas Vázquez en Alemania y metió al gallego en el once inicial junto a Ronaldo e Isco. Por detrás mantuvo su esquema habitual, con Toni Kroos, Modric y Casemiro en el centro del campo; y una defensa formada por Carvajal, Ramos, Varane y Marcelo.

Enfrente, un Bayern ultraofensivo porque Jupp Heynckes no se guardó absolutamente nada: Lewandowski, Muller, Robben, Ribery, James, con todo ese arsenal ofensivo, el Bayern salió al ataque y, en el primer minuto, un error de Carvajal lo aprovechó Lewandowski para meter un centro al área, que a punto estuvo de cazar Muller.

Afortunadamente para el Madrid, su remate acrobático no encontró el balón. Pronto, no obstante, llegó el primer contratiempo para los bávaros porque Robben se lesionó a los cinco minutos de juego. Hay cosas que nunca cambian y el exmadridista de cristal tuvo que ceder pronto el puesto a Thiago.

La lesión de Robben frenó un poco el ímpetu del Bayern y el Madrid empezó a acercarse al área de Ulreich, pero justo cuando más peligroso parecía el equipo de Zidane llegó el tanto del Bayern. Una contra vertiginosa pilló a Marcelo despistado y Kimmich galopó sin presión la banda del brasileño para llegar al área y batir a Navas con un disparo potente. Keylor no estuvo demasiado acertado.

El gol fue un golpe duro para el Madrid y el Bayern recuperó la iniciativa en el partido, incluso la mantuvo cuando Boateng se retiró lesionado a la media hora convirtiéndose en la segunda baja temprana en sus filas. En esos minutos de peligro alemán, Ribery estuvo a punto de retar a Navas en un mano a mano, pero el francés no pudo controlar el balón que le mandó Thiago. También se cantó el gol en la grada en un remate ligeramente desviado de Hummels en un córner.

El Madrid estaba tocado, sufría y necesitaba el descanso, pero se repitió el guion del primer gol porque cuando peor lo estaba pasando y a solo un minuto de enfilar los vestuarios llegó el empate. Lo firmó Marcelo con un durísimo disparo cruzado desde la frontal, que sorprendió al portero alemán.

En el segundo tiempo Zidane sentó a Isco en el banquillo y dio entrada a Asensio. El Real Madrid estuvo más asentado en el campo y Asensio enmudeció el Allianz Arena al culminar una buena contra de Lucas para adelantar a los blancos en el minuto 56.

El Bayern se vio obligado a dar un paso adelante y para ello se apoyó en Ribery, que se convirtió en su hombre más peligroso: Navas tuvo que lucirse para despejar un remate a bocajarro del galo.

Hacia la mitad del segundo tiempo se lesionó Carvajal y Zidane metió a Benzema en su lugar retrasando la posición de Lucas. El Bayern lo intentaba, pero el Madrid asustaba a la contra. En una de ellas Benzema disparó demasiado suave ante Ulreich y en otra Ronaldo marcó, aunque ayudándose con la mano en el control. El Bayern buscó el empate hasta el final, pero el Madrid dio el primer golpe.

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