A través de redes sociales, Iggy Azalea explotó luego de que se filtraran imágenes de una sesión de fotos en topless que realizó para GQ hace tres años y no llegaron a publicarse.

“Me siento avergonzada, violada, enojada, triste y un millón de otras cosas”, mencionó. “No solo porque no estuve de acuerdo con esto, sino también por la vil forma en que las personas han reaccionado. Muchos de los comentarios que veo de los hombres en particular están llevando las cosas aún más lejos y compartiendo sus pensamientos y fantasías con respecto a mi cuerpo. Me molestó. Las cosas malvadas que la gente dice son abrumadoras y me dan ganas de vomitar”, explicó la cantante.

Dichas fotografías eran para la portada de la revista en Australia, mismas que nunca fueron aprobadas por ella.

“Muchas mujeres de alto perfil han hecho portadas para GQ con una mano colocada estratégicamente, cubriendo sus senos. Siempre sentí que eran portadas muy hermosas, así que aproveché la oportunidad”, agregó Azalea para posteriormente eliminar su cuenta de Instagram.

Asimismo, aseguró que lanzará una investigación para averiguar el origen de la filtración y presentar cargos.

Por su parte, el fotografo Nino Muñoz, quien manejó la asignación de GQ, publicó una nota en Instagram el lunes sobre la controversia.

“Mi corazón está con cualquiera que haya afectado esta situación… Estoy completamente indignado y no descansaré hasta que se haga justicia”, escribió.

 

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My heart goes out to anyone this situation has affected. I’m utterly outraged and will not rest until justice is served.

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Redacción/El Nacional