Luego de que esta Navidad falleciera el escritor noruego Ari Behn, quien señaló de acoso sexual al actor Kevin Spacey, este quedó libre de cargos, ya que sus tres denunciantes han muerto.
La primera en alzar la voz en contra de Spacey fue la enfermera Linda Culkin, asegurando que escuchó de voz de uno de sus pacientes jóvenes que el artista lo había tocado de manera inapropiada.
Después de una campaña de denuncia en redes sociales y enviarle constantes amenazas a Kevin, fue detenida en 2012 y tras declararse culpable de los cargos fue obligada a pagar 124 mil dólares al actor y sentenciada a 51 meses de prisión.
El 25 de febrero de 2018, Linda Culkin fue atropellada mientras caminaba rumbo a su casa y horas más tarde falleció en el Boston Medical Center.
El caso con menos detalles es el de un joven masajista apodado “John Doe”, que en septiembre de 2018 denunció que el intérprete lo obligó a tocar sus genitales durante una sesión de masaje en una residencia de Malibú.
Un año más tarde, en septiembre fue reportado su fallecimiento.
Finalmente, el exmarido de la princesa Marta Luisa de Noruega, acusó en 2017 que el ganador del Oscar había tocado sus genitales debajo de una mesa en un concierto del Premio Nobel de la Paz en 2007, acusación que Spacey no respondió. Ahora, la mañana del pasado 25 de diciembre, el cuerpo de Behn fue descubierto, tras suicidarse a sus 47 años.
Con la muerte de los tres principales denunciantes, Kevin Spacey vuelve a ser un hombre libre.