Redacción/El Nacional
El vaginismo es un padecimiento en el cual existe una constricción involuntaria de la vagina al intentar el coito. Es considerado la causa principal de ‘relaciones no consumadas’.
Esta constricción es causada por contracciones involuntarias de los músculos del piso pélvico que rodean la vagina.
La mujer no controla directamente esta constricción, es posible que ni siquiera ella esté consciente que la respuesta muscular esté causando el problema de penetración.
En ocasiones este problema puede empezar a causar dolor, ardor o punzadas durante el coito. En otros casos, puede dificultar la penetración o hacerla completamente imposible. 
El encogimiento puede ser tan limitante que la abertura de la vagina se ‘cierra’ completamente y el hombre no puede insertar su pene. El dolor causado por esto, cesa cuando el intento de actividad sexual termina, y usualmente el coito es interrumpido a causa del dolor y la molestia.
Existen dos tipos de vaginismo: el primario y vaginismo secundario.
El vaginismo primario es cuando una mujer nunca ha tenido la capacidad de tener actividad sexual sin ningún dolor. Las mujeres que sufren este tipo de vaginismo son incapaces de usar tampones y/o completar exámenes pélvicos.
Entre las causas de este podemos encontrar: a temor al dolor, quedar embarazada experiencias negativas previas, traumas emocionales; abusos sexuales en el pasado sufridos por la misma paciente o en su entorno inmediato.
Pero por otro lado, se tiene al vaginismo secundario, este puede ocurrir tarde en la vida, incluso después de muchos años de coito placentero. Los causantes de este son: el parto, los cambios hormonales, menopausia, falta de lubricación, cirugía pélvica.
Gracias a investigaciones, se ha encontrado que este mal que aqueja a cientos de mujeres en el mundo, puede ser tratado con un equipo de atención médica compuesto por un ginecólogo, un terapeuta físico y un asesor sexual.
El tratamiento consiste en una combinación de terapia física, educación, asesoría y ejercicios tales como contracción y relajación de los músculos del piso pélvico (ejercicios de Kegel). 
Se recomiendan ejercicios de dilatación vaginal mediante dilatadores plásticos. Este método ayuda a hacer a la persona menos sensible a la penetración vaginal. La terapia debe involucrar a la pareja y poco a poco puede llevar a un contacto más íntimo. Con el tiempo, probablemente la relación sexual sea posible.
