El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont y los cuatro exconsejeros que lo acompañaban en Bruselas, quedaron en libertad con medidas cautelares impuestas por el gobierno de Bélgica, una de ellas es la prohibición de salir del país sin permiso.
Tras las audiencias que se llevaron a cabo en la sede de la Fiscalía en Bruselas, el juez también les impuso la obligación de comunicar una dirección de residencia y asistir personalmente a cada una de las audiencias que se les convoque.
El juez cuenta con al menos 15 días para volver a convocarlos en el tribunal de primera instancia de Bruselas, que decidirá sobre la euroorden de entrega que pesa sobre ellos enviada por la justicia española.
El expresidentes y los cuatro consejeros, se entregaron hoy a la Justicia belga en calidad de detenidos y rechazaron su traslado ante las autoridades españolas, que reclamaban su presencia por presuntos delitos de sedición, rebelión y malversación de fondos públicos.
Tanto el ex líder catalán como los exconsejeros han declarado desde las 16:00 hasta las 20:00 horas, por separado, y han abandonado la Fiscalía todos juntos catorce horas después de su llegada.
El proceso judicial se seguirá llevando a cabo en la cámara del Consejo de Bruselas, que dispondrá de un plazo de 15 días para pronunciarse sobre el recurso de los interesados, sin embrago, en un comunicado se mencionó que en caso de que el juez no termine por ordenar el ingreso a prisión de los acusados, el plazo podría alargarse hasta más de los 90 días citados.