A pesar de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, puso fin a la separación de niños migrantes de sus padres en la frontera con México, centenares de personas indignadas se congregaron en la embajada estadounidense para protestar por el trato inhumano que reciben los hijos de migrantes en la política migratoria de Trump.
Frases como “Trump a la jaula, los niños a la escuela”, ” Los niños en las aulas, jamás en las jaulas”, “El pueblo mexicano no es inhumano”, fueron tan sólo algunos cánticos que los manifestantes aclamaron.
Los manifestantes colgaron en la verja que protege la sede diplomática grandes pancartas que rezaban “Ningún migrante es ilegal” y “Stop deportation”, mientras que otros llevaron sus propios carteles con mensajes como “Cuando haces trizas a un niño, se acaba la esperanza, se acabe el mundo, se acaba todo”.
Algunos todavía más críticos llevaban una pancarta en la que se comparaba a Trump con Hitler, y un hombre vestido con la bandera estadounidense clamaba en un cartel: “Trump no sabe nada de derechos humanos”.
Los concentrados, cerca del emblemático Ángel de la Independencia, concluyeron la protesta cantando el himno mexicano con el puño en alto, un sonoro aplauso y gritando al unísono “Viva México”.