Redacción/El Nacional
Al menos 1,200 personas entre ellos migrantes invadieron las calles de Chicago (illionis) e incluso una histórica iglesia afroestadunidense para protestar contra las políticas migratorias y las nominaciones para conformar su gabinete que el presidente electo, Donald Trump ha realizado.
Los manifestantes encabezados por el reverendo Al Sharpton y miembros de la organización Casa Maryland calificaron de xenófobas y racistas las propuestas de deportar a inmigrantes, construir un muro en la frontera y revisar los programas de visados a extranjeros.
Por su parte, la activista migratoria oriunda del estado de Oaxaca, México, Michelle Xai explicó que se está llamando a millones de personas para que asistan a marchar cada noche, pues está sería la primera serie de movilizaciones planeadas a celebrarse diariamente, de cara al viernes 20, día que Trump asumirá la presidencia.
Con panfletos que decían “A detener al régimen Trump-Pence antes de que empiece”, haciendo referencia al presidente electo y al vicepresidente que lo acompañará Michael Pence y “Derechos de inmigrantes=Derechos de trabajadores= derechos humanos”, los manifestantes invitan al público a participar en las marchas a las 16:00 horas locales en McPherson Square, a tres cuadras de la Casa Blanca.
“Muchos como yo se sienten avergonzados de su estatus, por la intolerancia y el odio hacia los inmigrantes y refugiados (…) Yo estoy aquí porque no tengo nada de qué disculparme. No estoy avergonzado de mi estatus porque es un recordatorio constante para mi mismo de que tengo algo por qué luchar”, señaló Max Kim, de 19 años, quien vive en Estados Unidos desde que tenía 6 años y fue llevado desde Corea del Sur sin un permiso legal.
A la protesta también asistieron funcionarios electos que aseguraron que la retórica de Trump y sus propuestas son incompatibles con los valores del país.
“Somos una nación para toda la gente, sin importar su religión, sin importar sus antecedentes, sin importar a quién ame uno”, detalló el senador demócrata Chris Van Hollen, quien agregó que no le permitirá a Trump, enterrar la Estatua de la Libertad.
