Carles Puigdemont, presidente de Cataluña declaró este martes la independencia de esta región española, suspendiendo sus efectos para abrir un proceso de diálogo tras el referéndum ilegal del 1 de octubre.
Propuso dejar en suspenso la declaración de independencia varias semanas para comenzar un diálogo y citó al gobierno español a aceptar una mediación.
“Asumo el mandato del pueblo de Cataluña para que sea un Estado independiente”, dijo Puigdemont.
Afirmando que no tiene nada en contra de España, pero resaltó que la relación es “insostenible”, después de años de haberlo considerado.
Puigdemont aseguró también que Cataluña “es un asunto europeo” y se comprometió a “desescalar la tensión” generada por ese referéndum.
Alrededor de 2.3 millones de catalanes, el 43 por ciento del electorado de la región en el noreste de España votaron en el referendo independentista del 1 de octubre, que el gobierno nacional considera ilegal.
Las autoridades regionales afirmaron que el 90 por ciento votó a favor de la independencia y declaró que los resultados eran válidos.
La votación fue alterada por la violencia al producirse choques entre la policía antimotines encargada de impedirla y los votantes, con un saldo de cientos de heridos.
