Este lunes, autoridades del Gobierno de Nuevo León junto con las directivas de Tigres y Rayados acordaron prohibir las caravanas de aficionados rumbo a los estadios donde se llevará a cabo la final de Concachampions, así como el festejo de quien resulte ganador.
Será un total de dos mil 650 elementos estatales, municipales y privados los que resguardarán el Estadio Universitario durante el primer encuentro de ambos equipos regios, el próximo martes 23 de abril.
Posteriormente, en el partido final del miércoles 01 de mayo se desplegarán dos mil policías y persona de seguridad del Estadio BBVA Bancomer.
“Es un acontecimiento deportivo único, el que los dos equipos de casa rivales en la cancha, se enfrenten en un periodo tan corto en dos competiciones de alto nivel, una nacional y la otra internacional. Y así como podemos ganar y ya ganamos, podemos también perder, y no debe pasar nada más allá del ámbito deportivo”, dijo Alberto Palomino Garza, director de Operaciones del Club Tigres.
Como parte del reforzamiento de seguridad, ambos equipos prohibirán el ingreso a los aficionados que participaron en la riña del pasado Clásico 117, las caravanas vehiculares de apoyo y llegar en grupos numerosos a ambos recintos.
Por su parte, los directivos regios acordaron que quien obtenga el triunfo de la Concachampions no festejará el 01 de mayo en la Explanada de los Héroes por cuestiones técnicas.