El Presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, dijo en un discurso que mató con sus propias manos a supuestos drogadictos cuando fungía como alcalde de Davao, por lo que se arriesga a un proceso de destitución por esta confesión.
“Cuando dices algo como eso, te estás exponiendo, ¿verdad? Él lo dijo, así que legalmente puede enfrentarse a un proceso de destitución”, indicó el senador, Richard Gordon, en referencia a las declaraciones que el mandatario hizo.
Para Gordon, que ha apoyado varias medidas controvertidas de Duterte, como su esfuerzo por reimplantar la pena de muerte, dice que el Presidente “sabrá defenderse”.
El pasado lunes, Duterte afirmó en un discurso en el foro empresarial organizado en el palacio presidencial de Malacañang, en Manila, que había matado a drogadictos y traficantes de drogas mientras era alcalde de Davao, cargo que ejerció durante 22 años.
“En Davao, lo solía hacer yo personalmente (matar). Quería enseñar a los policías que si lo hago yo, ¿por qué no van a poder hacerlo ellos?”, manifestó el mandatario filipino.
“Daba vueltas por Davao en mi moto (…) y patrullaba las calles. Realmente estaba buscando jaleo”, aseveró el dirigente.
El Presidente de 71 años, ya alguna vez llamó la atención internación con sus declaraciones, anteriormente se le señaló cuando amenazó con retirar a Filipinas de la ONU o cuando dijo que Dios le había hablado.
La senadora Leila de Lima dijo que Duterte se había puesto “un proceso de destitución” por decir que acaben en la cárcel los policías acusados por asesinar a un narcotraficante llamado Rolando Espinosa.
Antecedentes
Esta no es la primera vez que Duterte admite haber matado delincuentes
“Debo confesar que he matado, sí. Hace unos… tres meses, maté a unas… tres personas”, dijo el mandatario en una entrevista con el medio local Rappler que se publicó en octubre de 2015.
Tambien afirmó haber matado a otras tres personas durante el secuestro de una niña en Davao.
“Estaban cometiendo un delito en mi presencia, y yo era la persona que tenía autoridad bajo la ley”, explicó Duterte entonces.
Duterte también ha sido acusado durante años por organizaciones, entre ellas Human Rights Watch, de dirigir los ‘Escuadrones de la Muerte’ de Davao, bandas de sicarios formadas por antiguos policías y soldados que habrían “eliminado” a más de mil criminales para limpiar la ciudad.
El filipino Edgar Matobato, quien el pasado septiembre declaró ante el Senado que formó parte de estos escuadrones, acusó a Duterte ante el defensor del pueblo, el pasado día 9, de ordenar asesinatos, secuestros y torturas como jefe de los ‘Escuadrones de la Muerte’.