El Presidente nicaragüense, Daniel Ortega busca este domingo su cuarto mandato sin opositores de peso, encabezando las encuestas con más del 70%; llevando como candidata a la vicepresidencia a su esposa Rosario Murillo.
Apoyando en planes sociales que disminuyeron la pobreza, pero bajo acusaciones de autoritarismo, nepotismo y fraude, Ortega buscará su tercer mandato desde 2007, cuando llego al poder con banderas rosas y un discurso cristiano, a años luz del Ortega de la revolución sandinista que derrocó en 1979 a Anastasio Somoza, y que luego llegaría al poder en 1984.
Con 70 años, las encuestas le favorecen. Tiene alrededor de 70% de las preferencias, podemos decir que su oposición es nula. En el Congreso no existen diputados contrarios a su gobierno porque fueron destituidos.
La oposición, cinco candidatos presidenciales más, ha exhortado a los nicaragüenses a abstenerse de votar para impedir que Ortega, quien controla todo el aparato estatal, instaure una nueva dinastía en el país, tras padecer la de los Somoza, que rigió los destinos de Nicaragua entre 1934 y 1979.
“Aparentemente luchó contra la dictadura somocista, y los mismos sandinistas catalogan a Ortega peor que Somoza” dijo Maximino Rodríguez, principal competidor de Ortega con apenas 8,1 por ciento de la intención de votar.
Se rumora en su mismo partido Frente Sandinista (FSLN) y del lado de sus opositores, que padece de una grave enfermedad que no le permite estar en actividades públicas durante el día. Por lo que quiere a su esposa como vicepresidenta por si sucede un accidente durante su nuevo mandato.
“No se separan nunca. Es su asesora, polémica y poderosa. Empezó como asistente personal, luego fue primera ministra, jefa de gabinete, encargada de exteriores, primera dama y ahora será co-presidente”.
En los últimos 10 años, Ortega acumuló un enorme poder político y económico gracias al apoyo de Venezuela, la conducción de su partido y una alianza con el sector empresarial.