El Secretario General de Gobierno, Manuel González, reveló que en el Penal del Topo Chico, un grupo de internos pertenecientes a miembros de la delincuencia organizada llegó a obtener hasta 10 millones de pesos por semana por cuotas de extorsión a la población penitenciaria.

Tras el cierre definitivo de la prisión inaugurada en el año 1943, se descubrieron 12 monitores, pantallas, con un disco duro que contenía la información de unos mil 600 internos de lo que era el Penal del Topo Chico, con una lista de expedientes con fotos de las propiedades de la familia del prisionero o de sus esposa.

“Desde ahí asustaban al PPL (Persona Privada de la Libertad) o lo extorsionaban, amedrentando a la familia afuera y sin darle ejemplos concretos le diré que la recolección semanal era de 500 mil dólares, 10 millones de pesos por semana, que recogían de puras extorsiones”, explicó González.

El funcionario estatal indicó que ante esta situación, las quejas fueron canalizadas a las diversas áreas de la administración, en las que se precisaba que los delincuentes organizados solían amagar al preso argumentándole que podrían matar a su mujer o secuestrar a sus hijos si no cedían a sus exigencias.

Agregó que había casos en los que los reos eran obligados a vender sus bienes o a endeudarse para pagar las extorsiones y así poder conservar la vida de ellos y/o de sus familiares.

Redacción/ El Nacional