Redacción / El Nacional
Llega diciembre y así la navidad, pero no sería lo mismo sin un pino navideño, pero ¿De donde proviene el origen de los árboles que adornan nuestros hogares en esta temporada de decembrinas?
Los árboles navideños tienen su origen a mediados del segundo y tercer milenio a.C. así mismo los pobladores de indoeuropeos, se extendieron por toda la unión Europea y Asia, festejando el nacimiento del dios de la fertilidad, de Frey, en donde adornaron un árbol perenne, esto en temporada navideña del cristianismo.
Con el pasar de los años, los cristianos fueron adoptando esta hermosa tradición, adaptándola a la celebración de la Navidad y el Nacimientos del niño Dios (Jesús), y así se hizo costumbre el poner un árbol de Navidad, que lo decoramos con diversos artículo como luces de colores, esferas, moños, entre otras cosas.
El árbol de Navidad recuerda al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado original y así mismo dan el significado de que Jesucristo ha venido a ser Mesías prometido para la reconciliación, pero también representa al árbol de la vida o la vida eterna, por ser de tipo perenne.
La forma triangular del árbol (por ser generalmente una conífera, con particular incidencia del abeto) representa a la Santísima Trinidad. Las oraciones que se realizan durante el Adviento se diferencian por un color determinado, y cada uno simboliza un tipo: el azul las oraciones de reconciliación, el plata las oraciones de agradecimiento, el oro las de alabanza y el verde de abundancia, fortaleza y de naturaleza.
En tanto, las esferas que se colocan en los pinos representan los dones que Dios les da a los hombres. Las de color azul simbolizan el arrepentimiento; las rojas, las peticiones; las doradas, alabanzas; y las plateadas, agradecimiento.
La estrella. Es habitual ponerla en la punta. Ésta representa la fe que guía nuestra vida, mientras que las cintas y moños, simbolizan la unión familiar y la presencia de nuestras personas queridas alrededor de todos estos dones.
Los angelitos, son los mensajeros entre nosotros y el cielo y son los encargados de protegernos, por eso no pueden faltar en tu árbol.
Sin importar el color de las luces, ellas representan el iluminar nuestro camino en la fe.
Don Jesús quien es un vendedor de pinos para esta temporada navideña, expresó que a pesar de que el colocar el pino navideño en los hogares es una tradición de siglos, estos valores se han ido perdiendo poco a poco con el pasar de los años.
“Llevo tan solo nueve días vendiendo, en este lugar (La feria del pino de Monterrey)”, comentó el vendedor y agregó que “hay menos ventas, que los años pasados, y la verdad no sé a qué se deba, la baja venta de los pinos”.
El vendedor de los pinos naturales, expresó que los mejores pinos son los de tipo Douglas, y nobles, que tienen un tiempo de vida alrededor de un mes y medio.
El precio de los pinos navideños tiene un precio que va desde los 450 pesos, hasta los 700 pesos, de acuerdo lo que expresó el comerciante.
“Aquí en los pinos, tengo varios precios, desde 450 pesos, 500, 550, 600, y 700 pesos, que se están manejando”, mencionó.
Alguna recomendación que hizo Don Jesús para el cuidado del árbol navideño, a la llegada a cada uno de los hogares es rociarlo con agua antes de la decoración para que dure el mayor tiempo posible.
“Cada pino debe de mantenerlos frescos, ponerle su agüita, desconectar la luz primero y después ya ponerle su agüita, para que no vaya a pasar algún corto, accidente y dejarlo que se ore, y ahora si conectarlo a la luz, y tenerlo lo menos posible en la calor, para que aguante la temporada”, concluyó el señor Jesús.
Finalmente, el colocar el Pino de Navidad podría ser un motivo de unión familiar, que es una tradición mundial.
