El partido de cuartos de final entre el Cruz Azul y el Western Sydney Wanderers fue clasificado por el sindicato internacional de futbolistas como potencialmente peligros debido al terreno empapado por las fuetes lluvias en Marruecos.
Por este motivo quieren que la FIFA investigue por qué se jugó un partido de la Copa Mundial de Clubes en un lugar donde presentó una seria amenaza a la salud y seguridad de todos los jugadores.
El equipo mexicano ganó 3-1 en el tiempo añadido con los jugadores chapoteando en grandes charcos que cubrían el césped.
Un responsable de FIFPro, Tijs Tummers, dijo que los “futbolistas como trabajadores tienen derecho a un entorno de trabajo seguro”, añadiendo que la FIFA debe asegurar “que existen reglas efectivas para evitar que se repita”.
El árbitro Noumandiez Doue, de Costa de Marfil, permitió que continuase el juego y la victoria del Cruz Azul.
La cambió entonces el partido de semifinales a Marrakech citando “condiciones difíciles del terreno de juego”.