Melania Trump presentó a su esposo como un líder auténtico e inflexible en un discurso desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, mientras el presidente, Donald Trump, recurrió el martes a familiares, agricultores y a las atribuciones del puesto para impulsar sus opciones de reelección en la segunda jornada de la Convención Nacional Republicana.
La primera dama ofreció un retrato pulido de la presidencia de Trump que a menudo contrastó con las crisis, la división y las acciones implacables de su gobierno.
Su intervención formó parte de un esfuerzo más amplio para mostrar el lado más indulgente de un mandatario combativo que pronto se enfrentará a los votantes. Además de las palabras de su esposa, Trump indultó a un criminal reformado y supervisó la ceremonia de naturalización de varios inmigrantes en medio del programa, aunque suele manifestar su firme oposición a la inmigración, tanto legal como ilegal.
“En mi esposo tienen a un presidente que no dejará de luchar por ustedes y por sus familias”, dijo Melania Trump, que también es inmigrante. “No se rendirá”.