Un reciente estudio reveló que el uso de teléfonos móviles y tabletas retrasa la capacidad para hablar de los bebés. En concreto, por cada 30 minutos que los menores pasan frente a los aparatos tecnológicos, se incrementa en un 50 por ciento el retraso en el habla.
La investigación que estudió a 894 niños de entre seis y dos años en Toronto, reveló que parece haber una relación entre el uso de dispositivos portátiles y los retrasos en la comunicación en niños pequeños, sin embargo, se necesita mucha más investigación para determinar si usar dispositivo definitivamente está causando esos problemas en el discurso.
En el estudio, los padres informaron la cantidad de tiempo que sus hijos pasaron usando pantallas en minutos por día a los 18 meses de edad. Los investigadores utilizaron una lista de comprobación infantil para niños pequeños, una herramienta de evaluación validada, para medir el desarrollo del lenguaje de los niños también a los 18 meses. Examinaron una variedad de cosas, incluyendo si el niño usa sonidos o palabras para llamar la atención, su pone palabras juntas, y cuántas palabras usa.
Pese a que se encontró una relación entre el aumento del tiempo diario de la pantalla y el aumento de riesgo de lo que los investigadores llaman retardo expresivo del habla, que básicamente es la habilidad de usar sonidos y palabras, aún se necesita una investigación más definitiva.
“Creo que con el fin de desarrollar las pruebas para informar a los padres y a los médicos sobre qué recomendar, necesitamos una investigación más definitiva”, explicó la investigadora principal del estudio, Catherine Birken.
Este estudio recomienda que los niños menores de 18 meses no usen ninguna pantalla en absoluto, aparte del video-chat con la familia, pues el ruido y la actividad de una pantalla pueden ser una distracción para un niño pequeño y pueden causar una desconexión entre ellos y sus padres.
Mientras que para los bebés de 18 a 24 meses de edad, la Academia Americana de Pediatría no hizo una prohibición. Pero sí les recomienda a los padres elegir una programación de alta calidad y verla con sus hijos para ayudarles a entender qué es exactamente lo que están viendo.