El Tribunal Superior británico decreto que el gobierno de la primera ministra, Theresa May, debe recibir autorización del Parlamento antes de activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que da inicio al período de dos años de negociaciones para salir de la Unión Europea (UE), es decir, del Brexit.
En un veredicto histórico, los jueces dieron la razón a un grupo de ciudadanos, encabezados por la empresaria Gina Miller, que cuestionaron que el Ejecutivo pueda iniciar el proceso de desconexión de la Unión Europea sin una votación parlamentaria previa.
“El tribunal no valora ni expresa ninguna opinión sobre los meritos de abandonar la Unión Europea: esa es una cuestión política” dijo el juez jefe John Thomas.
Tras conocer el dictamen, el ministro de Comercio Internacional y abanderado del “Brexit”, Liam Fox, dijo que el gobierno lo recurrirá ante el Tribunal Supremo la máxima autoridad judicial británica, que se espera que se pronuncie antes de finales de año.
En relación a la decisión del tribunal, Fox declaró en la Cámara de los Comunes, que estaba decepcionado por la misma.
Y Downing Street -como se conoce a la residencia oficial de la primera ministra- no tardó en anunciar que apelará la decisión. El gobierno “no tiene intención de dejar que (la sentencia) descarrille el calendario que hemos establecido”, dijo el portavoz oficial de la primera ministra Theresa May
“Estamos decididos a continuar nuestro plan” agregó.
Tres altos magistrados dictaminaron que la primera ministra Theresa May no tenía derecho a utilizar su poder ejecutivo para activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que comienza una cuenta regresiva de dos años para abandonar el bloque.
Este movimiento sigue a la decisión del Reino Unido de abandonar el bloque tras el referéndum de junio pasado que ganó el Sí por un margen de 51.9 por ciento por 48.1 por ciento del No.
La mayoría de los miembros de la Cámara de los Comunes hicieron campaña para que Reino Unido permanezca en la UE en el referéndum de junio, y se especula que podrían presionar por una ruptura más suave con el bloque o incluso retrasarlo por completo.
El gobierno británico apelará contra la decisión en una nueva audiencia que tendrá lugar en el Tribunal Supremo.
La corte dio permiso al gobierno para que apele a la decisión y un abogado del ejecutivo aseguró que el Tribunal Superior reservó entre el 5 y el 8 de diciembre para tratar el asunto.