El papa Francisco pidió en su habitual mensaje para la Jornada Mundial de los Migrantes que, a pesar de la crisis mundial causada por la pandemia del COVID-19, no se olvide el drama de los refugiados y desplazados.
“Un drama a menudo invisible, que la crisis mundial causada por la pandemia de COVID-19 ha agravado y que ha empañado muchas otras emergencias humanitarias que afligen a millones de personas, relegando iniciativas y ayudas internacionales esenciales y urgentes para salvar vidas a un segundo plano en las agendas políticas nacionales”, compartió el papa Francisco.
El papa Francisco terminó su mensaje con una oración en la que pide que el Señor “pueda consolar y proteger a todos los hermanos y hermanas que, empujados por las guerras, la pobreza y las necesidades, abandonan su hogar y su tierra, para ponerse en camino, como refugiados, hacia lugares más seguros”.