Los exestrellas de la NFL, Ryan Kalil, y de la NBA, Blake Griffin, han adquirido, junto con un grupo de propietarios, una participación mayoritaria en el equipo de fútbol americano Fundidores de Monterrey, que ahora será conocido como Osos Monterrey. Este movimiento marca un nuevo capítulo en la historia de la Liga de Fútbol Americano Profesional (LFA) y busca posicionar al equipo y a la liga en un escenario global.
Kalil y Griffin, junto con socios destacados como Christian McCaffrey, George Kittle, y Luke Kuechly, no buscan solo una inversión económica, sino un impacto deportivo, cultural y social.
- Cambio de identidad: El equipo adopta el nombre Osos Monterrey, inspirado en los osos negros nativos de la Sierra Madre, un símbolo de fuerza, tenacidad y resiliencia que refleja tanto el espíritu del equipo como el de la ciudad.
- Compromiso comunitario: Los nuevos propietarios planean involucrarse profundamente con la comunidad, promoviendo el desarrollo de talento local y acercando más personas al deporte.
- Inclusión femenina: Osos Monterrey presentará un equipo de fútbol bandera femenino, Las Osas, como parte de la primera liga profesional femenina de fútbol en México, destacando su compromiso con la diversidad e inclusión en el deporte.
Con una base de aficionados al fútbol americano de más de 30 millones de personas, México representa un mercado clave para el crecimiento del deporte. La adquisición y renovación del equipo apuntan a consolidar a la LFA como una liga competitiva e internacionalmente relevante.
A través de su productora Mortal Media, Kalil y Griffin producirán un documental que narrará la transformación del equipo y las experiencias como propietarios en un mercado internacional. Este proyecto destacará los desafíos del rebranding, el compromiso con los aficionados y la determinación de los jugadores.
Con el respaldo de este grupo de inversionistas y un enfoque en la comunidad y el talento local, Osos Monterrey se perfila como un equipo renovado, listo para competir al máximo nivel en la LFA.
Redacción/El Nacional