Un operativo policial en la cárcel de Palmasola en Santa Cruz (este), considerada la más peligrosa de Bolivia, permitió “retomar el control” de ese penal, dejando como saldo siete reos muertos y varios oficiales de la Policía heridos.
De acuerdo con el viceministro de Gobierno, José Luis Quiroga, los siete fallecidos eran reclusos que fueron los que “han respondido y han resistido a la Policía con armas de fuego”.
El enfrentamiento se efectuó cuando los más de 2,300 uniformados que formaban parte del operativo de control del centro penitenciario, ingresaron al lugar; mismo en el que los reclusos encendieron garrafas para evitar el avance policial.
El comandante de la Policía general, Faustino Mendoza, informó que entre los heridos se encuentran seis policías, así como también 18 prisioneros, quienes resultaron lesionados por armas de fuego y punzocortantes.
Agregó que los afectados fueron trasladados a diferentes centros de atención médica. Algunos de ellos sufrieron contusiones.
Trascendió que al controlar la situación se procedió a una requisa en el penal para despojar a los delincuentes de todo aquel elemento prohibido en la cárcel. Se decomisó una “fabrica destiladora de alcohol” y un “sinfín de puestos donde había droga (cocaína)”, además de “varias plantaciones de marihuana”.
El general mencionó que de igual forma se derivó a otras prisiones a algunos reclusos que gozaban de prerrogativas en el penal. Una vez que se pase lista se brindará el dato de los reos que perdieron la vida.