La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmó el uso de armas químicas en el pasado ataque del 4 de abril contra la localidad siria de Jan Sheijún, al sur de la provincia de Idleb.
La OPAQ ha publicado este viernes un informe, a partir de las pruebas recopiladas por una misión de investigación de ese organismo, que confirma que “la población estuvo expuesta al gas sarín”.
Más de 80 personas fallecieron, entre ellas menores de edad, por la exposición a agentes nerviosos. Las potencias occidentales culparon al régimen de Bachar al Asad del ataque, mientras que Damasco siempre lo ha rechazado y mantenido que su Ejército lo que hizo fue bombardeo un depósito de los rebeldes que contenía armas químicas.
A pesar de determinar el uso de armas químicas, en cuanto a quién es el responsable de los ataques aún no se ha determinado.
Según la OPAQ, se utilizó una metodología rigurosa para realizar la investigación del supuesto uso de armas químicas, que tuvo en cuenta la corroboración de los testimonios de los entrevistados, documentos de investigación y otros registros, y las características de las muestras facilitadas por el gobierno sirio.