El Consejo de Seguridad de la ONU realizó una reunión urgente a petición de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, para discutir acerca del nuevo ensayo balístico norcoreano interpretado como un desafío al presidente Trump.
“manifestó (Kim Jong-Un, líder norcoreano) gran satisfacción por la posesión de otra poderoso medio de ataque nuclear que se suma al tremendo poderío del país”, informó la agencia estatal KCNA.
Por su parte el secretario general de la ONU, Antonio Guterres dijo, “El liderazgo de Corea del Norte debe regresar al pleno cumplimiento de sus obligaciones internacionales y al camino hacia la desnuclearización”.
“La comunidad internacional debe seguir manejando esta situación de manera unida”, añadió.
China y Rusia, se unieron a las condenas internacionales contra esta nueva prueba.
Conforme a las resoluciones de la ONU, Corea del Norte no puede utilizar tecnología de misiles balísticos, sin embargo, seis paquetes sucesivos de sanciones impuestas por la ONU desde un primer ensayo nuclear norcoreano en 2006 no han logrado disuadir a Pyongyang de seguir adelante con su programa.
El misil fue disparado desde una base aérea en la provincia occidental norcoreana de Pyongan del Norte y se dirigió hacia el este, antes de caer en el Mar de Japón, indicó el ministerio de Defensa surcoreano.
Estos misiles (Pukguksong-2) son más difíciles de detectar antes de su lanzamiento por los satélites de vigilancia, explicó. “Esto deja poco tiempo de preaviso y representa una mayor amenaza para el adversario”, indicó la agencia KCNA.