estilistas

Mauricio Mendoza / El Nacional

Es el salón de belleza ubicado en Moscú, Rusia, una estética trabajaba con estilistas femeninas que se desnudaban mientras cortaban el cabello, por tan sólo 50 euros, lo equivalente a 869 pesos.

El establecimiento era tan popular, que todos los días había una fila enorme en la calle para poder entrar, lo que ocasionó que muchos clientes en estado de ebriedad confundieran la puerta de la estética con la de un centro para niños autistas, presentándose varias veces con la intención de encontrar a mujeres sin ropa.

Ante la situación, la directora de la escuela, Ludmila Mihailova, llamó a las autoridades con el fin de que pararan la situación, pues era imposible dejar a los niños en el patio durante el recreo pues había muchos hombres borrachos alrededor tratando de entrar en el edificio.

Cuando un policía encubierto llegó al lugar, se sorprendió cuando le ofrecieron un paquete opcional: la estilista se desnudaría durante el corte de pelo por 100 libras más. De hecho, un cliente declaró la descripción perfecta del salón:

“Una vez que entras te recibe una chica con pechos grandes que te ofrece una taza de café y coquetea contigo. Las luces se encienden y luego comienzan a hablar de cuáles son los servicios que pueden ofrecer”.

Por supuesto, tras la inspección del policía la estética fue clausurada.