La Comercializadora Mirof no acudió a la cita programada en la Contraloría Estatal para informar sobre las compras realizadas para el Instituto Estatal de la Juventud y la Universidad Politécnica de Apodaca durante la pasada gestión.
La empresa del “cobijagate” fue llamada ante los procedimientos de sanción iniciados por otros contratos detectados por la Auditoría Superior del Estado, siendo la única irregularidad que cometió, el que no fue ubicado en la dirección con la que se registró en el padrón de proveedores.
Adicional a esta ausencia, los representantes de Comercializadora Mirof tampoco se han presentado a las citas que ha hecho la Auditoría Superior del Estado por el tema de las cobijas con sobrecosto que vendió por 30 millones de pesos al Gobierno, y de las cuales no hay constancia de que se hayan entregado la totalidad de artículos.
Para el Instituto Estatal de la Juventud se compraron toldos y mobiliario para evento por 31 mil 459 pesos, en el mes de agosto; en septiembre equipo de cómputo y mobiliario por 328 mil 150; y en noviembre les rentó mobiliario por 47 mil 233.
Además a la Universidad Politécnica de Apodaca en junio le vendió material didáctico por 35 mil 960 pesos. Ambos casos sucedieron en el 2015.
Los nuevos procedimientos de sanción que inició la Contraloría estatal son independientes al tema de las cobijas.