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Agencia/El Nacional

El ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, que fue trasladado este viernes a la policía para prestar declaración por el fraude a Petrobras, aseguró que no debe nada a nadie y no teme a la Justicia.

“Si querían escucharme, sólo tenían que llamarme que yo iba, porque no debo y no temo” a la Justicia, dijo Lula en la sede del instituto que lleva su nombre en San Pablo.

El ex madatario brasileño afirmó que la operación realizada hoy por la policía en su contra sólo buscaba ofrecerle un “espectáculo” a los medios de comunicación, ya que si un juez quería escucharlo, tan sólo necesitaba enviarle una notificación.

“Si el juez (Sergio) Moro (responsable por el caso de corrupción en la estatal Petrobras) o la Fiscalía querían escucharme, tan sólo necesitaban mandarme un oficio, porque yo nunca me negué a prestar declaraciones”, afirmó Lula ante militantes del Partido de los Trabajadores (PT), tras ser conducido este viernes a una comisaría de la Policía Federal.

“Me sentí un prisionero”, afirmó el ex mandatario. Insistió en el hecho de que el juez sólo tenía que citarlo, no hacía falta el megaoperativo. “Yo podía ir a Curitiba, el PT podía mandarme allí”, dijo con ironía.

“Mi indignación es el hecho de que a las 6 de la mañana llegaron varios delegados, por cierto, muy amables, disculpándose y diciendo que estaban cumpliendo una orden, y esa orden fue del juez Moro”.

“Hoy en día, ser amigo de Lula se volvió algo peligroso; era necesario criminalizar al PT”, afirmó el ex jefe de Estado, al tiempo que recordó que todos los líderes del mundo lo buscaron para que diera conferencias internacionales.

El ex presidente hizo un llamado a sus seguidores: “La gente tiene que levantar la cabeza y no temer. Porque estoy indignado de que juzguen apresuradamente, estoy indignado”.

Lula afirmó que esta es la oportunidad para recomenzar. “No sé si seré candidato en 2018, porque la naturaleza es implacable cuando uno pasa los 70 pero no sé…. El PT no está acabado”, dijo y abrió las esperanzas para sus seguidores que aplaudieron cada pasaje de su discurso.

La policía brasileña llevó este viernes a declarar al poderoso ex gobernante y allanó su domicilio para investigar si es culpable de corrupción y lavado de dinero en el marco del fraude a la estatal Petrobras.