Alberto Moreno/ El Nacional
El presidente municipal de Guadalupe, Cesar Garza Villareal, dio a conocer detalles de las presuntas construcciones que se realizan en las faldas del cerro de La Silla.
“El municipio no ha autorizado, ni va a autorizar este gobierno, un proyecto de desarrollo habitacional como el que se ha propuesto, esta es una antigua batalla legal que seguramente seguirá al concluir nuestra administración”, indicó el alcalde.
A pesar de contar con los derechos de suelo y el manifiesto de derecho ambiental, los desarrolladores inmobiliarios que pretenden construir más de cuatrocientas casas debajo del majestuoso cerro de la silla, nunca obtendrán los permisos de urbanización y construcción que solo puede otorgar el municipio de Guadalupe.
Es por eso que el alcalde de dicho municipio, sentenció que por lo menos durante su gestión, no se autorizará el desarrollo del proyecto “Valle Francés” y se mostró confiado en que los sucesores alcaldes actúen de igual manera.
Además, Garza Villareal, señalo que posiblemente la Semarnat otorgó el cambio de uso de suelo y el manifiesto ambiental debido a que el polígono en el que se pretende edificar viviendas está fuera de la zona protegida del Cerro de La Silla, pero desde el punto de vista municipal existen lineamientos imposibles de cumplir.
“En primer lugar por el impacto ambiental irreversible que produciría un proyecto de ese tipo, la devastación que provocaría sobre la fauna y la vegetación de esta zona tan valiosa para este Estado como es el Cerro de La Silla.
“Segundo, por el impacto vial, porque es evidente que esa zona ya reporta altos niveles de congestionamiento y más vivienda vendría a agravar de manera muy considerable, bajando la calidad de vida de quienes ahora habitan este sector y, tercero, por cuestiones de Protección Civil, porque las pendientes no permiten una construcción segura”, dijo.
Cabe mencionar que en supuesto caso que los desarrolladores recurrieran al amparo, el alcalde sostuvo que él o el gobierno siguiente cuentan con argumentos legales para detener la obra.
“El municipio tiene argumentos para contestar y vencer en el amparo porque indudablemente un proyecto habitacional en ese lugar causaría un deterioro en la calidad de vida de los que ahora habitan el sector y traería un daño irreversible sobre la fauna y vegetación de ese lugar”, señalo.