Los doce niños y su entrenador que fueron rescatados luego de pasar más de dos semanas en una cueva del norte de Tailandia podrán reunirse con sus familias, algunos tan como hoy.

Por lo menos a una distancia de dos metros, con guantes y ropa especial, los familiares de ocho de los 13 liberados podrán acceder a la estancia donde se encuentran sus queridos ingresados en el hospital provincial de Chiang Rai.

Sus familiares les pueden ver y hablar a través de un cristal ubicado en la puerta de la instancia donde se recuperan.

Los médicos dijeron que tres de los menores registran cuadros leves de neumonía y uno es tratado por un corte en la pierna derecha.

No obstante, los primeros cuatro rescatados, que salieron de la cueva el domingo, podrían cenar esta noche alimentos más variados.