La NASA se ha asociado con la empresa de robótica Apptronik, con sede en Texas, para desarrollar robots humanoides que puedan ser desplegados en misiones espaciales.
El robot Apollo de Apptronik, de 5’8″ de altura y 160 libras de peso, se ha diseñado con un enfoque en modularidad y adaptabilidad, lo que lo hace versátil para tareas en la Tierra. La NASA ha contribuido a su desarrollo, enfocándose en áreas como la movilidad robótica y el diseño de software para interacciones seguras entre humanos y robots.
Estos robots tienen el potencial de realizar tareas tediosas o peligrosas en cuerpos celestes, como la construcción de refugios o la recolección de muestras de rocas, permitiendo que los astronautas se concentren en actividades científicas.
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Además, podrían ser clave en la operación y el mantenimiento de instalaciones mineras y de fabricación en otros mundos, lo que reduciría los costos de las misiones espaciales y fomentaría la exploración espacial sostenible.
La integración de robots humanoides en el programa Artemis de la NASA es crucial para establecer una presencia humana sostenible en la Luna y, en última instancia, en Marte. Estos robots pueden adaptarse y reprogramarse para tareas en evolución, lo que es fundamental para misiones a largo plazo.
La colaboración de la NASA con empresas de robótica privada es parte de su enfoque estratégico para impulsar la innovación y reducir costos, similar a su asociación con SpaceX para vuelos espaciales.
Además, se espera que esta colaboración genere beneficios económicos más amplios, ya que las tecnologías desarrolladas para la exploración espacial pueden encontrar aplicaciones en vehículos autónomos, manufactura y otros sectores, beneficiando a la sociedad en su conjunto.
