Theresa Kachindamoto,jefa del distrito de Dedza en el centro de Malawi, estableció una ley para prevenir el matrimonio infantil. Estaba cansada de ver a niñas de 12 años caminando con bebés, así que opto por dicha postura e hizo que que 50 de sus subjefes firmaran un acuerdo para acabar con el matrimonio infantil.
Además de anular dichos compromisos, envió de vuelta a la escuela a todos los niños involucrados.
El casarse en Malawi antes de los 18 años es ilegal desde el 2015, sin embargo las niñas pueden casarse bajo la llamada “ley consuetudinaria”, es decir, con el consentimiento de los padres.
Para tener garantizado que las niñas no sean sacadas de la escuela, se estableció una red secreta de padres para vigilar a los demás. Si los padres no cuentan con los recursos para pagar las tarifas escolares, ella misma las paga o busca a alguien más que pueda pagarlas.
Solamente en junio anuló más de 300 matrimonios infantiles, de acuerdo con la organización. Y en los últimos tres años, la cifra alcanzó casi los 850.
En Malawi se registra una de las tasas más altas de matrimonio infantil en el mundo, con cifras como una de cada dos niñas casadas son menores de 18 años.