Cuando un trabajador o trabajadora que cotiza al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fallecen, sus padres pueden recibir una pensión si dependían económicamente de él o ella y no hay cónyuge, hijos o concubinos con prioridad para recibirla.
Para que los padres sean elegibles, el asegurado debe haber cotizado al menos 150 semanas al IMSS, excepto si la muerte ocurrió por un accidente laboral.
El IMSS explicó que esta ayuda está destinada a apoyar a los padres del asegurado cuando no hay otros familiares con derecho a pensión, ampliando así la cobertura en estas situaciones difíciles, con el objetivo de proporcionar un respaldo financiero importante a los padres que perdieron a su hijo o hija y que dependían económicamente de ellos.
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Estas condiciones son cruciales para asegurar el acceso al beneficio y garantizar el sustento económico en esta situación difícil.
Estos son los requisitos:
Demostración del vínculo familiar: Es necesario presentar documentos oficiales que prueben la relación parental entre el fallecido y los solicitantes de la pensión.
Además de la demostración del vínculo familiar, hay otros requisitos importantes para que los padres reciban la pensión:
Dependencia económica: Los padres deben demostrar que dependían económicamente del asegurado al momento de su fallecimiento, presentando documentos que respalden esta situación.
Ausencia de otros beneficiarios con derecho: Es necesario verificar que no haya otros familiares (cónyuge, hijos o pareja en unión de hecho) que tengan prioridad o derecho a la pensión.
Cotizaciones del asegurado: El fallecido debe haber cotizado al menos 150 semanas en el sistema de seguridad social y estar al día con sus contribuciones al momento del fallecimiento.
Muerte por riesgo laboral: Si la muerte fue causada por un accidente laboral, se debe presentar un dictamen de incapacidad permanente o de defunción por riesgos laborales emitido por los servicios médicos de la institución.