Por aparentes problemas genéticos, murieron 86 tigres de los 147 confiscados al templo tailandés Wat Pha Luang Ta Bua, informaron autoridades locales.
De acuerdo con lo reportado por el Departamento de Conservación de Parques Naturales, Fauna y Flora, los animales mantenía un estado de salud desfavorable achacado al traslado del templo a los centros que los recibieron.
El templo tailandés se convirtió un centro turístico muy concurrido por la cantidad de tigres que había en su interior y con los cuales los turistas podían fotografiarse.
Sin embargo, en 2016 defensores de los animales acusaron una mala gestión y explotación de los animales.