Al menos 60 personas perdieron la vida y 117 fueron heridas, durante un ataque a la academia de cadetes de policía en Quetta, ubicada en el sudoeste de Pakistán.
De acuerdo con los primeros informes, el asaltó fue perpetuado por tres insurgentes, quienes entraron en la academia con chalecos bomba y atacaron a los cadetes que dormían en sus barracones en el momento del ataque y alumnos e inspectores se vieron obligados trepar por los tejados y correr para escapar de la masacre.
“Primero atacaron al centinela de la torre de vigilancia y después de un tiroteo lo abatieron y pudieron entrar en el edificio de la academia”, informó el ministro provisional de asuntos internos de Baluchistán, Mir Sarfaraz Ahmed Bugti.
Tras la entrada de los insurgentes vestidos con ropa de camuflaje, llegaron las fuerzas de seguridad y se produjo un enfrentamiento que duro aproximadamente cinco horas y termino con la vida de los agresores, de los cuales dos se hicieron explotar y uno fue abatido por la Policía de Quetta.
Este atentado, es uno de los más sangrientos que se han registrado en el año en Pakistán, tras lo de Lahore el 25 de marzo con 75 personas muertas y Queta el 8 de agosto que dejo 73 fallecidos; además fue reivindicado por dos organizaciones distintas (los talibanes paquistaníes (TTP) y por el Estado Islámico (EI).
A través de un comunicado, los TTP aseguraron que el ataque es una especie de venganza por el “el asesinato indiscriminado de los muyahidines”.
Mientras que el EI, señaló que el asesinato en masa fue realizado por tres de sus elementos kamikazes, esto a través de su agencia de propaganda Amaq.
Los heridos, fueron trasladados a un hospital el cual se encuentra severamente resguardado por las fuerzas de seguridad, quienes esperan dar con los autores intelectuales.
